Finalmente la carrera de Mónaco de éste domingo se puede resumir con cuatro palabras: más de lo mismo. Button volvió a subir al escalón más alto del podio, con una comodísima victoria. Su compañero de equipo Barrichello hizo segundo, y, Raikonen tercero (¡ya era hora de que te estrenases este año Iceman!)
Alonso consiguió un séptimo puesto, que, pese a lo que pueda parecer, es uno de los mejores puestos a los que podía aspirar el piloto en ésta carrera, teniendo en cuenta la dificultad del trazado, la posición en la que salía etc.
Hamilton va de mal en peor, de lo que sinceramente me alegro, aún a riesgo de que los que leais este blog penséis que soy un capullo que tengo cruzado al británico, pero es que lo que hizo cuando Alonso era su compañero estuvo fatal, y ahora me alegro de que le toque a él la mala racha, para que vea lo que se siente, y además que en el caso de Hamilton, él es el único culpable de lo que le pasa, en cambio con lo de Alonso, Hamilton fue el que le fastidiaba todas las estrategias al piloto español, así que se lo tiene merecidas todas estas cosas, a pesar de que, digan lo que digan, la FIA sigue intentando beneficiar a Hamilton (con aquella sentencia fantasma, que al final le "perdonaron"), pero ni así consiguen que el británico haga nada este año.
Pero bueno, nunca hay que dar nada por acabado, y mucho menos aún en la Fórmula 1, asi que, a esperar al próximo Gran Premio.
¡Nos vemos!
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